jueves, 30 de septiembre de 2010

AUDITORIA ADMINISTRATIVA DEL DEPARTAMENTO DE VENTAS

CONCEPTOS GENERALES DE AUDITORIA ADMINISTRATIVA Es una revisión sistemática y evaluatoria de una entidad o parte de ella, que se lleva a cabo con la finalidad de determinar si la organización está operando eficientemente. Constituye una búsqueda para localizar los problemas relativos a la eficiencia dentro de la organización. La auditoría administrativa abarca una revisión de los objetivos, planes y programas de la empresa; su estructura orgánica y funciones; sus sistemas, procedimientos y controles; el personal y las instalaciones de la empresa y el medio en que se desarrolla, en función de la eficiencia de operación y el ahorro en los costos. La auditoría administrativa puede ser llevada a cabo por el licenciado en administración de empresas y otros profesionales capacitados, incluyendo al contador público adiestrado en disciplinas administrativas o respaldadas por otros especialistas. El resultado de la auditoría administrativa es una opinión sobre la eficiencia administrativa de toda la empresa o parte de ella. 

 AUDITORIA ADMINISTRATIVA DEL DEPARTAMENTO DE VENTAS Las ventas es una orientación administrativa que presume que los consumidores no comprarán normalmente lo suficiente de los productos de la compañía a menos que se llegue hasta ellos mediante un trabajo sustancial de promoción de ventas. El departamento de ventas es el encargado de persuadir a un mercado de la existencia de un producto, valiéndose de su fuerza de ventas o de intermediarios, aplicando las técnicas y políticas de ventas acordes con el producto que se desea vender. 

 FUNCIONES: 
 1. Desarrollo y manipulación del producto: Consiste en perfeccionar los productos ya existentes, introducir nuevos productos, darles otro uso o aplicación, hacerle modificaciones a sus estilos, colores, modelos, eliminación de los productos pasados de moda, observación del desarrollo de los productos elaborados por la competencia, su envase, accesorios del producto, de su eficiencia, sus características distintivas y su nombre. 
 2. Distribución física: Responsabilidad que cae sobre el gerente de ventas la cual es compartida con el de tráfico y envíos. El gerente de ventas coordina estas con el tráfico, en los problemas relativos al manejo de materiales de los productos desde la fábrica hasta el consumidor, que comprende los costos y métodos de transporte, la localización de almacenes, los costos de manejo, los inventarios, la reducción de reclamaciones por retrasos y perjuicios de ventas. 
3. Estrategias de ventas: Son algunas prácticas que regulan las relaciones con los agentes distribuidores, minoristas y clientes. Tiene que ver con las condiciones de ventas, reclamaciones y ajustes, calidad del producto, método de distribución, créditos y cobros, servicio mecánico, funcionamiento de las sucursales y entrega de los pedidos. 

4. Financiamiento de las ventas: Las operaciones a crédito y a contado son esenciales para el desenvolvimiento de las transacciones que requieren de la distribución de bienes y servicios desde el productor al mayorista, vendedores al por mayor y consumidores. Para financiar ventas a plazo es necesario que el gerente de ventas este ampliamente relacionado con el de crédito, para determinar los planes de pago que deben adoptarse, la duración del período de crédito, el premio por pronto pago o el castigo por pago retrasado, es decir, todo lo relacionado con la práctica crediticia. 

 5. Costos y Presupuestos de Ventas: Para controlar los gastos y planear la ganancia, el ejecutivo de ventas, previa consulta con el personal investigador del mercado con el de contabilidad y el de presupuestos, debe calcular el volumen probable de ventas y sus costos para todo el año. 

6. Estudio de mercado: El conocimiento de los mercados, las preferencias del consumidor, sus hábitos de compra y su aceptación del producto o servicio es fundamental para una buena administración de ventas, debido a que se debe recoger, registrar y analizar los datos relativos al carácter, cantidad y tendencia de la demanda, el estudio de mercado debe incluir el análisis y la investigación de ventas, estudios estadísticos de las ventas o productos, territorio, distribuidores y temporadas; los costos de los agentes de ventas, costos de venta y de operación. 
 
7. Promociones de venta y publicidad: Estas ayudan a estimular la demanda de consumo y contribuir a que los agentes de venta de la fabrica, los mayoristas y los minoristas vendan los productos: el agente de ventas aprueba los planes de promoción y publicidad, los horarios de trabajo, las asignaciones presupuestarias, los medios de propaganda, las promociones especiales y la publicidad en colaboración con los comerciantes. 

 8. Planeación de Ventas: El administrador de ventas debe fijar los objetivos de las mismas y determinar las actividades mercantiles necesarias para lograr las metas establecidas. La planeación de ventas debe coordinar las actividades de los agentes, comerciantes y personal anunciador, la distribución física; el personal de ventas, las fechas de los planes de producción, los inventarios, los presupuestos y el control de los agentes de ventas. 

 9. Servicios técnicos o mecánicos: Corresponde a los gerentes de ventas cuyos productos mecánicos requieren de servicios de instalación y técnicos, establecer normas al respecto; tener el equipo y los locales destinados por la empresa vendedora para tal servicio. 

 10. Relaciones con los distribuidores y minoristas: Las buenas relaciones con estos requieren proporcionarles asistencia de ventas, servicios mecánicos de entrega y ajuste, informarles sobre los productos, servicios, tácticas y normas de la compañía y contestar pronta y detalladamente a sus preguntas.

 11. El personal de ventas: Consiste en desarrollar de la manera más eficiente el proceso de integración el cual comprende buscar, seleccionar y adiestrar a los agentes de ventas; así como de su compensación económica, supervisión, motivación y control. 

 12. Administración del departamento de ventas: Es responsabilidad de los gerentes de la misma, el cual debe establecer la organización, determinar los procedimientos, dirigir el personal administrativo, coordinar el trabajo de los miembros del departamento, llevar el registro de las ventas y asignar tareas a los jefes de las diversas secciones de este departamento. 

 FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS PARA LA AUDITORÍA ADMINISTRATIVA DE VENTAS De ves en cuando las compañías necesitan llevar a cabo una revisión de sus objetivos (llámese misión) y por ende como se cumplen estos a través de sus ventas y su participación de mercado. Las ventas constituyen un área en la que la rápida obsolescencia de los objetivos, políticas, estrategias y programas es una posibilidad constante. Cada compañía debe evaluar con regularidad su enfoque estratégico hacia el mercado. Se cuentan con dos herramientas: Revisión del índice de las ventas y auditoría de ventas. 

LA AUDITORÍA DE VENTAS Las compañías que descubren deficiencias de ventas, al aplicar la revisión de calificación de eficiencia de las ventas deben emprender un estudio más detallado que se conoce como Auditoría de Ventas. La auditoría de ventas se define en los términos siguientes: Una auditoría de ventas es un examen detallado, sistemático, independiente y periódico del entorno de ventas de una compañía, así como sus objetivos, estrategias y actividades, con un enfoque que pretende determinar áreas problemáticas y oportunidades y sugerir un plan de acción para mejorar la eficiencia de ventas de la compañía. Pretende mostrar donde se encuentra la organización y cuáles fueron los logros de la función de ventas en relación con lo planeado. El campo de la auditoría de ventas, se extiende a los productos y a los mercados de cuyo examen sé desprenderán nuevas oportunidades, o sé expondrán los puntos fuerte y débiles de la compañía (análisis Foda). Es importante acotar que unos mercados cambiantes como son los actuales, donde las condiciones previas y sobre las cuales se desarrollan todos los procesos de planeación, varían día a día o en el mejor de los casos, permanece por poco tiempo, es imperiosa la necesidad de una auditoria de ventas eficaz, que suministre la información requerida para modificar los planes, ajustándolos a la situación particular 

 PROCESOS PARA REALIZAR UNA AUDITORIA DE VENTAS Análisis de ventas Consiste en un estudio de los resultados monetarios en volumen de las ventas por producto, territorio de ventas, por vendedores, y a veces por clientes; el análisis de ventas nos suministra respuesta en cuanto a lo que sea vendido en cada uno de los territorios y que productos particularmente, dándonos información de quien fue el comprador, y se toma como base de comparación los registros de la compañía en cada uno de los rubros y las cifras pronosticadas que fueron incluidas en la planeación de las ventas La profundidad del análisis, la exactitud de los resultados y el grado de dificultad para realizarlo, depende necesariamente de la información adecuada y disponible. Es común encontrar compañías sin ningún sistema de información a pesar de su trayectoria en el mercado, simultáneamente con compañías con sofisticado sistemas de recopilación y tabulación de información. La más común e importante fuente de datos para el análisis de ventas es la factura de ventas, pues en ella se consigna generalmente la fecha de la transición, el nombre del cliente, y su localización geográfica, la descripción de la mercancía vendida, la cantidad vendida de unidades, el precio unitario y total, la fecha de despacho y recibo, y algunas veces la condición de pago. Las ventas por producto también puede mostrarse comparativamente con las ventas de igual periodo del ano anterior. Se puede agrupar diferentes productos en categorías, según conveniencia. De un análisis de esta naturaleza puede apreciarse la importancia relativa de los clientes y se puede tomar decisiones importantes de mercadeo y ventas, frecuencia de visitas de los vendedores promoción de ventas, dedicación de mayores esfuerzos. De manera análoga, se puede plantear un análisis comparativo por territorio de ventas, para un producto determinado o para una categoría de productos, que dejaría ver entre otros aspectos, el grado de dificultad de las ventas comparativamente entre los territorios, fortaleza antes la competencia en cada uno de ellos y debilidades de la fuerza de ventas. Lógicamente, el diseño de formatos para el análisis de ventas y su proceso son cuestiones que deben adaptarse a las necesidades y disponibilidades de la propia compañía. Análisis de Costos Este análisis busca conocer la rentabilidad relativa de las distintas unidades que conforman la operación de ventas; Para llevar a cabo este análisis se toman los gastos totales de ventas de la compañía y se dividen en partes que posteriormente se asignan a varios aspectos de la función de ventas entonces, se van a tener a ciertos gastos por tamaño de pedido gastos de producción, gastos por cliente o por clase de cliente, gastos por territorio de venta, fundamente. La dificultad estriba en la participación y asignación de una serie de gastos que no son atribuibles directamente a un aspecto especifico de la operación de ventas sino que por al contrario son atribuibles a todo el conjunto de las ventas así por ejemplo, si se quisieran distribuir los gastos totales de manipuleo de la mercancía por producto en tal forma que se conozcan cuanto de ellos le corresponde a cada uno de los productos, no se podría hacer directamente, puesto que en la totalización de los gastos han participado todos los productos en conjunto, en cantidades distintas, en forma diversas, en tiempos diferentes y no se dispone de los registros individuales pertinentes. 

 CARACTERÍSTICAS DE LA AUDITORÍA DE VENTAS: Detallada: La auditoría de ventas cubre todas las principales actividades de ventas de una empresa y no sólo aspectos problemáticos. Debería ser llamada auditoria funcional si sólo abarcara la fuerza de ventas, precios o alguna otra actividad de mercadotecnia. Aunque las auditorías funcionales son útiles, a veces confunden a la gerencia respecto al verdadero origen de su problema. Por ejemplo, la rotación de personal excesivo en las fuerzas de ventas puede ser síntoma, no de una mala compensación o capacitación, sino de productos deficientes y promociones débiles de la compañía. Una auditoria de ventas detallada suele ser más eficaz para localizar el verdadero origen de los problemas de ventas de la compañía. Sistemática: La auditoria de ventas involucra una secuencia ordenada de etapas de diagnóstico que cubren el entorno macro y micro de la organización, los objetivos y estrategias de ventas, sistemas y actividades de ventas específicos. El diagnóstico indica las mejoras más necesarias. Estas se incorporan a un plan de acción correctivo que involucra etapas a corto y largo plazo para mejorar en general la eficiencia de las ventas de la organización. Independiente: Una auditoria de ventas se puede realizar de seis maneras: • Autoauditoria. • Auditoria transversal. • Auditoria vertical. • Mediante una oficina auditora de la compañía. • Mediante un equipo de auditoria que forma parte de la compañía. • Mediante un auditor externo. PROCEDIMIENTO DE LA AUDITORIA DE VENTAS Una auditoria de ventas se inicia con una junta entre los funcionarios de la compañía para llegar a un acuerdo acerca de los objetivos, coberturas, profundidad, fuentes de datos, formato del reporte y el tiempo requerido para la auditoria. Se prepara cuidadosamente un plan detallado respecto a quien debe entrevistarse, las preguntas que deben realizarse el tiempo y lugar de contacto, etc.; para que la duración y costo de la auditoria sea mínimos. La regla cardinal en la auditoria de ventas es: no solo depender de los gerentes de la compañía para obtener datos y opiniones. También es necesario entrevistar a clientes, intermediarios y otros grupos externos. Muchas compañías no conocen en realidad la forma en que son percibidos por sus clientes e intermediarios y tampoco comprenden a cabalidad las necesidades de los clientes y los juicios de valor. Cuando culmina la etapa de recopilación de datos el auditor de ventas presenta los hallazgos y recomendaciones más importantes. Un aspecto valioso de la auditoria de ventas es el proceso por el que pasa los gerentes para asimilar, discutir y desarrollar nuevos conceptos, relativos a la acción de ventas que se necesita. 

 PROCESO DE LAS VENTAS BIBLIOGRAFÍA http://www.monografias.com/trabajos19/areas-de-actividad/areas-de-actividad.shtml http://pyme.com.mx/articulos-de-pyme/muestra-articulo-datos.php?registro=114 www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/ger1/auditadminis.htm - 78k - www.proyectosfindecarrera.com/auditoria-financiera-administrativa.htm - 24k - www.mitecnologico.com/Main/LaAuditoriaAdministrativaInternaYExterna

Teoría pura del derecho del Dr. Hans Kelsen.


Resumen del libro introducción a la teoría pura del derecho del Dr. Hans Kelsen.

Introducción a la teoría pura del derecho.

La Teoría Pura del Derecho, como su nombre lo indica, es una teoría del Derecho. La forma por la que se elabora una teoría está determinada por su objeto. A fin de captar lo peculiar de una teoría del Derecho, debemos conocer la naturaleza de su objeto; en consecuencia, una teoría del Derecho debe, antes que nada, contestar a la pregunta: ¿Qué es el Derecho? Aún cuando la Teoría del Derecho o, como es comúnmente llamada en la literatura angloamericana, "jurisprudence", es una de las ciencias más
viejas, no hay una definición universalmente aceptada sobre el concepto de Derecho.

Existen dos puntos de vista diferentes en relación con esta materia. De acuerdo con el uno, el Derecho es un hecho, una conducta determinada de los hombres, que tiene lugar o se realiza en el tiempo y en el espacio y puede ser percibida por nuestros sentidos. Las relaciones jurídicas son relación de hecho de la vida, especialmente las relaciones económicas, como lo sostiene la doctrina marxista. Los hechos son objeto de las ciencias naturales: la Física, la Química, la Biología, la Psicología, la Sociología.

En consecuencia, de acuerdo con este punto de vista del Derecho, la doctrina o ciencia del Derecho no se diferencia esencialmente de estas ciencias naturales. A semejanza de estas ciencias, la doctrina jurídica describe su objeto con enunciados o declaraciones en el sentido de que algo es o no es, es decir, mediante enunciados o
manifestaciones de ser.

De acuerdo con el otro punto de vista, el Derecho no es un hecho, sino una norma. En virtud de que el término norma es utilizado para caracterizar al objeto de la ciencia del Derecho significa: que algo debe ser o debe ser realizado, aún cuando en realidad no sea o no haya sido realizado. Una norma tiene el carácter de una orden o mandamiento y comúnmente se expresa lingüísticamente en forma imperativa como, por
ejemplo, los Diez Mandamientos de Dios dados en el Monte Sinaí conforme a la Biblia: "Honrarás a tu padre y a tu madre", "No matarás", y así sucesivamente. Sin embargo, una norma puede no sólo tener el significado

Una orden, sino también el significado de una autorización; por medio de una norma una persona puede conferir en otra persona el poder o la facultad de expedir o dictar mandamientos u órdenes. Dios autorizó a Moisés para dictar órdenes o expedir mandamientos al pueblo judío, Dios confirió en él la autoridad de un legislador. La Constitución de un Estado faculta a un determinado individuo o a un grupo de individuos a expedir códigos o leyes, o sea, normas generales; y esos códigos o leyes autorizan a los tribunales y a las dependencias administrativas a expedir normas individuales, es decir, resoluciones judiciales o decisiones administrativas. Finalmente, una norma puede tener el carácter de un permiso, esto es, para decirlo en
otras palabras, por medio de una norma puede permitírsele a una persona a realizar algo que, sin este permiso, sería prohibido. Por ejemplo: una norma general prohíbe matar, pero una norma especial limita a la primera cuando otorga permiso a matar en legítima defensa.

En este sentido, el permiso viene a ser la función positiva de una norma que restringe a una norma prohibitiva. Debe ser distinguido del permiso en un sentido meramente negativo. En este sentido, una cierta conducta es permitida si no existe una norma prohibiendo la conducta contraria, de acuerdo con el principio: lo que no está prohibido está permitido. Estas son las tres funciones normativas: orden o mandamiento, autorización, permiso positivo. Si decimos: el significado de norma es que algo deba hacerse, el término "debe" comprende estas tres funciones; señala las
funciones normativas.


El significado específico de la afirmación de que algo debe ser o debe ser realizado, sólo puede explicarse refiriéndose a la diferencia que existe entre esta afirmación y la aseveración de que algo es o es realizado. De esta diferencia, la diferencia entre "ser" y "deber ser" nos percatamos directa e inmediatamente. El dualismo lógico del "ser" y "el deber ser", presenta la imposibilidad de inferir de la afirmación de que algo es o es realizado, la afirmación de que algo deberá ser o deberá realizarse, y a la inversa.


Nos percatamos especialmente del "deber ser" como algo diferente del "ser", si el 0primero, el "deber ser", es el significado de un acto de un individuo intencionalmente dirigido a la conducta de otro individuo. Si, por ejemplo, A ordena a B hacer algo, describimos el acto con la expresión: A ordena que B haga algo. Esta es una afirmación de ser. Pero el significado del acto sólo puede ser descrito por la afirmación: que B debe hacer algo, no por una afirmación de ser como: B hace o hará lo que le ordene A, porque, en realidad, B puede no hacer lo que A le ordena.

Que B debe hacer algo, es el significado subjetivo del acto de ordenar; el significado que este acto tiene desde el punto de vista del individuo que ordena. Pero no es necesariamente también el significado objetivo del acto de ordenar, esto es, el significado que tiene el acto desde el punto de vista del ordenado o destinatario de la orden, así como de una tercera persona que no participe. Sin un asaltante me obliga a entregarle una celta.


Cantidad de dinero, creo que no debiera hacer lo que me ordena, que no estoy obligado a acatar esta orden, que, si no obedezco, mí conducta será tachada de indebida y que lo considerará así una tercera persona. Que B debe hacer algo, es también el significado objetivo del acto de ordenar, si este acto es autorizado, si el individuo que expide la orden está facultado por una autoridad superior, por una autoridad jurídica o moral competente para expedir la orden de referencia. Esto parece implicar un regressus infinitum.

Veremos más adelante cómo este retorno tiene su fin. Si no es solamente el sentido subjetivo del acto, sino también el objetivo de que algo deba hacerse, a este significado se le llama norma. Es importante distinguir claramente entre la descripción del acto cuyo significado es una norma y la descripción de una norma qué es el significado del acto. El uno es un enunciado de ser, el otro un enunciado de deber ser.

JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL


LA FILOSOFÍA DE JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL

La filosofía de Jorge Guillermo Federico Hegel (1770-1831) representa el eslabón culminante en la cadena de concepciones del idealismo alemán. A diferencia de Kant y Fichte, quienes se apoyaban en la teoría del derecho natural y del origen contractual del Estado, Hegel se manifiesta enérgicamente contra las tesis fundamentales de la teoría jurídico-natural.

Su teoría es creada en una época en que la revolución burguesa en Francia habla concluido, en que se había implantado en ese país la dictadura burguesa ejercida por el gobierno de Napoleón, que ahogaba a la revolución francesa y sólo conservaba aquellos de sus resultados que convenían a la gran burguesía.

No es casual que Hegel haya visto en aquel tiempo a Napoleón como la imagen del "espíritu mundial". Los rasgos reaccionarios de la teoría hegeliana concerniente al Estado y al derecho tienen su expresión más acabada en su Filosofía del derecho.

Aparece ésta después de la caída del imperio napoleónico, cuando en Francia se había restaurado la monarquía borbónica y los reaccionarios que habían vuelto al poder trataban de Liquidar las conquistas de la revolución que subsistían durante Napoleón. En Alemania, la burguesía reaccionaria entraba en transacción con la nobleza y veía en el régimen monárquico-burocrático-policial de Prusia la salvación contra la revolución. La Santa Alianza (coalición de Rusia, Prusia, Austria, Inglaterra y Francia), que se propone como objetivo fundamental, no sólo la lucha contra el movimiento antifeudal, sino también la extirpación implacable de todo lo que pueda traer a la memoria algo de la revolución francesa, pasó a ser entonces dirigente de la política europea.

En estas condiciones florece ampulosamente la ideología reaccionaria, cuya idea fundamental es el llamado principio del legitimismo, o sea, el "orden legal", infringido por la revolución.

Mediante este principio se justificaron también la devolución del trono a los Berbenes en Francia y actos análogos en otros países.

Sin embargo, la teoría hegeliana relativa al Estado y al derecho, que se había formado en medio de esta situación histórica, se diferencia considerablemente, por su contenido y esencia de clase, de las teorías reaccionarías de los devotos de la restauración feudal.

Hegel reconoce algunos resultados virtuosos de la revolución francesa; pera el temor a ella lo conduce a la apología del Estado prusiano, en el que veía una fase superior en la evolución del "espíritu objetivo'".

Hallábase primeramente bajo cierta influencia de Rousseau y de otros representantes de la tendencia jurídico-natural, pero se aleja pronto de las ideas de éstos y se convierte en adversario de la escuela del derecho natural. Hasta el período de la dictadura jacobina en Francia, Hegel manifiesta aún su énfasis por la revolución francesa, pero cambió radicalmente su actitud frente a ella a partir de 1793. En 1794, en una carta dirigida a Schelling, escribe con satisfacción sobre la reacción termidoriana, y condena el terror revolucionario de los partidarios de Robespierre. En su Fenomenología del espíritu Hegel caracteriza la revolución como la "furia de la desesperación".

Su filosofía del derecho y su Filosofía de la historia representan un ensalzamiento enfático del sistema estatal prusiano. Estas obras cristalizan totalmente los aspectos reaccionarios de la filosofía de Hegel posteriormente utilizados por los ideólogos del fascismo italiano y germano.

LA TEORÍA FILOSÓFICA DE HEGEL

Está traduce la tentativa de ofrecer el sistema más consecuente del idealismo, después de rechazados el agnosticismo kantiano y el idealismo subjetivo de Fichte. Al mismo tiempo, Hegel desarrolla en todos los aspectos la teoría de la dialéctica como método de conocimiento. Sin embargo, esta teoría descansa sobre bases idealistas.

Los clásicos del marxismo-leninismo hicieron notar más de una vez que en la filosofía idealista hegeliana había que saber diferenciar el sistema del método, que en la dialéctica idealista hegeliana existía un núcleo racional, la teoría de la evolución, que ve la fuerza motriz fundamental del desarrollo en la lucha interna de los contrarios inherentes a cada fenómeno.

Pero a la vez los clásicos del marxismo-leninismo señalaron que en Hegel se revela una contradicción entre su sistema y su método. Marx opone directamente su propio método al hegeliano. Para Hegel, el proceso del raciocinio al que convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia es el demiurgo (creador) de lo real y esto, lo real, no es sino su manifestación extrema.

El sistema filosófico hegeliano se erige sobre el mismo principio fundamental; para Hegel todo lo real representa la evolución de cierto principio absoluto, que adopta múltiples y variadas formas de expresión a través de una serie de fases sucesivamente ascendentes.

La primera fase el desarrollo de la idea hasta convertirse en un absoluto, en su forma pura recibe su expresión en la lógica. La segunda fase la manifestación de la idea en el espacio y en el tiempo, o, empleando las palabras de Hegel, la "enajenación de la idea" (es decir, la existencia en manifestación externa) es la naturaleza.

La tercera fase es la idea en su estado más desarrollado, en el espíritu, lo que significa el retorno de la idea a sí misma.

De conformidad con esto su filosofía se divide en tres partes fundamentales: la lógica, la filosofía de la naturaleza y la del espíritu.

Esta última, a su vez, está integrada por tres partes principales: la ciencia del espíritu subjetivo, la del espíritu objetivo y la del espíritu absoluto. El espíritu subjetivo se manifiesta en el desarrollo de los individuos; el objetivo, en la sociedad, en el Estado, en los pueblos y en su historia; el espíritu absoluto unidad del espíritu subjetivo y objetivo, en el arte, en la religión y en la filosofía. El Estado y el derecho quedan incluidos en la esfera del espíritu objetivo. El sentido de todo este sistema idealista radica en que el conocimiento filosófico acerca del mundo se manifiesta sólo cuando ¡a realidad ha concluido su proceso de formación, cuando ha culminado.

La defectuosidad de ese sistema estriba en que tiene por base le tesis idealista referente, a la identidad del pensamiento y la existencia. Hegel afirma que el raciocinio representa, no solamente una completa analogía de la existencia, sino también su esencia.

Hegel presenta el fin de la historia de modo tal, escribe Engels, que la humanidad llega a cobrar conciencia de sí misma, y esa conciencia se logra en la filosofía hegeliana.

Esa idea absoluta había de materializarse, según Hegel, en la monarquía limitada por estamentos que el rey prusiano Federico III "prometiera a sus súbditos tan tenazmente y tan en vano".

La defectuosidad del sistema hegeliano se revela en la orientación idealista de su dialéctica. Las leyes de ésta, en el sistema de Hegel, no son deducidas de la naturaleza y de la historia, sino impuestas a estar, últimas como leyes del pensamiento. De aquí se deriva toda la tortuosa y a veces artificial construcción: el mundo quiéralo o no debe concordarse con el sistema lógico y este mismo es tan sólo producto de una determinada fase de desarrollo del pensamiento humano.

Incluso la geografía, en el sistema hegeliano, se acomoda a su lógica. Estima a Europa, en cuyo centro se encuentra Alemania, como la parte más racionalmente organizada del mundo.

LA SOCIEDAD, EL ESTADO Y EL DERECHO SEGÚN LA TEORÍA HEGELIANA

La sociedad, el estado y el derecho según la teoría hegeliana, constituyen formas de manifestación del llamado espíritu objetivo.

En el trabajo Sobre los modos de elaboración científica del derecho natural, aparecido en 1802, Hegel sometió a crítica la teoría contractual de la formación del Estado y los postulados progresistas de la teoría del derecho natural Declaró que un "organismo moral" debe dividirse en castas, iguales a las que Platón había descrito.

En este mismo trabajo, Hegel justifica la guerra, a la que considera como una medicina que previene a los pueblos contra el estancamiento y la descomposición, y se manifiesta contrario a la idea kantiana de la paz perpetua.

En su Fenomenología del espíritu, que vio la luz pública en 1807, Hegel ofrece una explicación idealista del proceso de origen del Estado y del derecho; poniendo de relieve su actitud hostil ante la dictadura jacobina, la que representaba una fase superior en la evolución de la revolución burguesa francesa, postula que en ella se pone al descubierto la falacia del dogma fundamental de la Ilustración acerca de la igualdad natural de los hombres, mientras que éstos, a juicio del filósofo, por naturaleza, son desiguales. Igualar a los hombres, afirma, desnaturalizando la propia idea de igualdad, significa cortarles las cabezas, ya que en ellas se oculta la desigualdad de talento, de conocimiento, de modo de pensar, de estado de ánimo, etc.

Los aspectos reaccionarios de la teoría hegeliana relativa al Estado y al derecho se manifiestan con particular nitidez en las obras escritas durante el periodo berlinés de su actividad, a saber: en Filosofía del derecho, en Filosofía d« la historia y, finalmente, en el articulo Acerco de la reforma, electoral en Inglaterra, aparecido en 1831. En estas obras Hegel emite concepciones nacionalistas y exalta el régimen del Estado de Prusia, Filosofía del derecho es la parte del sistema hegeliano en la que muestra las etapas de desarrollo del llamado espíritu objetivo, o sea, del "mundo de la libertad", independiente con respecto a los individuos y a su arbitrariedad.

Hegel construye su interpretación de la esencia del Estado y del derecho sobre la famosa tesis: "todo lo real es racional, y todo lo racional es real". Esta tesis de Hegel, como lo hizo notar Engels, suscitó una doble actitud. "No ha habido tesis filosófica sobre la que más haya pesado la gratitud de gobiernos miopes y la cólera dé liberales, no menos cortos de vista.

Engels escribía también que en todas las normas del método hegeliano del pensamiento (es decir, de la dialéctica), la tesis que proclama que todo lo real es racional se convierte en esta otra tesis: todo lo que existe, merece perecer, ya que todo lo que es real, dentro de los dominios de la historia humana, se convierte con el tiempo en irracional y todo lo que es racional en la cabeza del hombre se halla destinado a ser un día real, por mucho que hoy choque todavía con la aparente realidad existente.

Partiendo de la afirmación sobre la identidad de lo real y lo racional, Hegel refuta el principio fundamental de la escuela del derecho natural, al contraponer a éste el derecho positivo.

El derecho, según lo define Hegel, es "la existencia efectiva del libre albedrío", que se realiza en la evolución a través de una serie de fases ascendentes sucesivas.

La primera fase se traduce en la posesión de una cosa por la persona (la propiedad) y en las relaciones mutuas con otras personas con respecto a la propiedad (contrato y trasgresión de la ley). Hegel da a esta fase el nombre de derecho abstracto que, propiamente, comprende la esfera de las relaciones jurídicas civiles y los fundamentos del derecho penal.

La segunda fase constituye la actitud de la persona frente a sus actos. Esta fase se llama moral. Esta última presupone la valoración objetiva de juicios subjetivos acerca del bien y del mal, y requiere el paso a la fase superior, la moralidad.

En ésta queda superada la limitación del individuo, primeramente en la familia, después en las interrelaciones de sus miembros en tanto que personas independiente dentro de la sociedad civil y, finalmente, en la fase superior del desarrollo de la moralidad, en el Estado.

De modo, pues, quo si traducimos a un lenguaje más comprensible la terminología confusa y frecuentemente poco definida de Hegel, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

Hegel distingue el concepto de derecho, en el estrecho y en el amplio sentido de esta palabra. En su primera acepción, el derecho abstracto regla, principalmente, las relaciones humanas en la esfera de posesión de las cosas.

En la segunda, determina toda la esfera de las relaciones sociales, y comprende al Estado e incluso a la historia universal. La moral y la moralidad no coinciden. La primera es una valoración subjetiva que el individuo hace del bien del mal, la segunda es el orden establecido en diferentes formas de contacto entre los hombres, en la familia, en la sociedad y en el Estado.

La filosofía hegeliana del derecho se caracteriza por una profunda contradicción entre la teoría del derecho abstracto y la del derecho como expresión objetiva de la libertad, cuya fase superior de desarrollo es el Estado.


En la teoría relativa al derecho abstracto, Hegel expone concepciones características de los ideólogos de la burguesía. Pero cuando emite sus opiniones sobre la esencia del Estado y del derecho público, defiende la necesidad de la existencia de las instituciones de origen feudal, las cuales traban el libre desarrollo del capitalismo. Ensalzando por todos los medios el Estado policiaco prusiano, no objeta en cambio la realización de algunas reformas liberales.

Dos circunstancias sumamente importantes determinaron la imperiosa necesidad de crear tal teoría.

Por un lado, la nobleza feudal se veía obligada a adaptarse a la penetración del capitalismo en la Alemania atrasada y trataba de valerse de uno de los "derechos sagrados" "del hombre y del ciudadano" la propiedad privada en defensa de sus propios intereses, sin renunciar al poder político. Por el otro, la burguesía alemana temía mortalmente a las masas populares y a la revolución y aceptó hacer concesiones a la nobleza y a la monarquía feudal.
A la luz de estas circunstancias se torna particularmente claro el sentido de la teoría hegeliana acerca del derecho como "la existencia efectiva de la libertad".

En su interpretación de la esencia del derecho, Hegel discrepa de Kant y de Fichte al afirmar que el derecho no representa la restricción, de la arbitrariedad de uno o de otro sobre la base de la ley de la libertad, sino "la existencia efectiva de la libertad misma". La persona debe dominar la esfera exterior de la libertad para realizarla, lo cual se traduce en el derecho de propiedad sobre la cosa. Esta propiedad puede ser dominada, ya que es algo diferente del espíritu no libre, impersonal y carente de derechos. El derecho de propiedad sobre la cosa es un derecho de la persona. En estas formulaciones se revela la actitud positiva de Hegel ante el principio fundamental del derecho civil burgués, que sanciona la inviolabilidad de la propiedad privada.

Hegel defiende la desigualdad existente, y postula que las personas son iguales tan sólo en el aspecto jurídico. Niega la posibilidad de la igualdad económica, argumentando que las peculiaridades de las personas provocan inevitablemente la desigualdad entre ellas. En defensa de los intereses de los explotadores, Hegel anuncia que la igualdad económica sería injusta.

Del derecho de propiedad, como dominación de la persona sobre la cosa, Hegel deduce el contrato, que representa un acuerdo entre personas libres que poseen propiedad y que se la reconocen mutuamente. En el contrato se traduce la voluntad general de las personas que entran en reilaciones contractuales.

Cuando la voluntad particular adopta una actitud negativa ante la voluntad general, sobreviene la trasgresión del derecho, o la falacia. Una de las formas de ésta es el delito, que por ser la negación del derecho, exige el restablecimiento de éste mediante la negación de tal negación, o sea, exige la pena. Hegel, igual que Kant, ve en la pena una finalidad de por sí; y niega las teorías sobre la pena que quieren ver en ella un medio para otras finalidades, la intimidación, la reparación, etc.
Por esta razón Hegel rechaza la teoría de la pena de Anselmo Feuerbach, quien cimentó dicha teoría sobre el principio de la intimidación.

Esta teoría, afirma Hegel, parte de la interpretación del hombre como un ser no libre, sobre el cual la amenaza debe obrar igual que el bastón que se alza sobre un perro. El derecho y la justicia deben tener por morada la libertad y la voluntad, razón por la cual, dice Hegel, no se puede proceder con el hombre igual que con un perro.

La pena, según Hegel, es el desquite. Sin embargo, niega la forma grosera del Tallón, que puede convertir el desquite en un absurdo. El desquite no es la venganza, que es algo personal, sino la consecuencia inevitable del propio delito. La pena ejecuta la exigencia de la equidad. Esta forma de anulación de la trasgresión no es una justicia vengativa, sino sancionadora; representa la expresión, no de la voluntad particular, sino de la general. Desde el punto de vista de Hegel, el propio delincuente debe reclamar una pena para si llega hasta afirmar que la pena es un derecho del delincuente, ya que es un acto de su propia voluntad que niega el derecho, tras del cual debe seguir la negación de la negación, o sea, la restauración del derecho mediante la pena.

No se puede dejar de ver en la teoría hegeliana relativa a la pena la influencia de las ideas progresistas referentes a la dignidad de la personalidad humana. Ello se nota en el hecho de qua Hegel no quiere ver en el delincuente un simple objeto de administración de justicia, sino que lo eleva al rango de un ser libre y autodeterminarte. Pero, con la ayuda de esta teoría, Hegel justifica la política punitiva de la sociedad explotadora, y da tan sólo una expresión más sutil al derecho antiguo del desquite, el jus tolionis.

LA TEORÍA RELATIVA A LA MORAL DE HEGEL

En la teoría relativa a la moral, Hegel entra en consideraciones referentes a la categoría más importante del derecho penal, la culpa y sus formas, y ofrece también la crítica de la moral individualista. Bien entendido que esta crítica se hace desde las posiciones del idealismo.

En la actuación del hombre Regel distingue entre las acciones y las actitudes,, y trata de resolver el problema relativo al vínculo causal en el terreno del derecho penal y también el relativo al aspecto objetivo y subjetivo de la acción delictuosa.

Las actitudes son la manifestación de la voluntad moral, dice. Toda acción de un hombre provoca ciertas consecuencias, pero la voluntad moral puede reconocer la actitud que ha provocado consecuencias nocivas, sólo tal y como había sido concebida y deseada. Sólo sobre esta base se puede imputar a la voluntad la acción que haya provocado consecuencias delictuosas. En ello radican "la intención y la culpa". Hegel habla únicamente de una sola forma de la culpa, la intencional, sin mencionar la imprudencia. Considera como actitud sólo la acción en la que existe culpa. Por tal razón, Edipo, que había dado muerte a su padre sin saberlo, no puede ser inculpado de parricidio.

La intención persigue alguna finalidad, pero la finalidad principal de la voluntad es el bien de la persona. La intención se convierte entonces en un propósito, cuyo contenido es el bien. Tal intención constituye cierta forma de la moral Pero ésta no es la fase superior de la moral, ya que tiene un valor relativo, y no absoluto. El bien en el sentido absoluto es hacer bien, y la intención y el propósito en el sentido absoluto es la conciencia, o sea, un estado de la voluntad en el que ésta confía en el carácter "universal" de sus acciones.

El bien como finalidad moral incondicional es el deber. Hegel somete a crítica la teoría de Kant y de Fichte relativa a la moral, estimando que la moral es tan sólo una interpretación subjetiva del bien que adopta diferentes formas. La valoración puramente subjetiva del bien y del mal es inconsistente, y requiero una base objetiva, o sea, pasa del terreno de la moral al de la moralidad, constituyendo esta última la unidad de lo objetivo y de lo subjetivo.

Esta crítica hegeliana de la teoría kantiana y de la de Fichte relativa a la moral, constituye un modelo de su crítica desde la derecha, desde posiciones del idealismo militante. La teoría kantiana de la moral no le satisface a Hegel, por cuanto posterga para el mundo de ultratumba la realización del imperativo categórico. Partiendo de su propia tesis: "lo que es racional es real" y "lo que es real es racional", Hegel no pudo hacer la paz con esta moral estéril, por cuanto consideraba necesaria la realización práctica de la moral de las clases dominantes. Tampoco pudo aceptar la moral subjetiva de Fichte, por cuanto tuvo necesidad de hallar, para la moral de la clase dominante, una base objetiva y obligatoria para todos.

Esta razón mueve a Hegel a buscar una salida para el paso de la moral que sólo ofrece un criterio subjetivo de valoración del bien y del mal al terreno de la moralidad, a la que presenta como una base objetiva e independiente, con respecto a la arbitrariedad de los individuos, para la apreciación del bien y del mal. Pero Hegel, como idealista que era, busca esta base, no en las relaciones sociales, sino en el espíritu; desconoce el carácter de clase de la mural, y la considera expresión de la voluntad general de los individuos, unidos por lazos morales dentro de la familia, de la sociedad civil y del Estado.

La moralidad es la fase superior del desarrollo del espíritu objetivo. Es el mundo espiritual y orgánico, la unidad de lo general y de lo singular, y los individuos no son sino elementos orgánicamente vinculados con este todo íntegro que dirige la vida de los individuos. Las leyes del todo íntegro no les son ajenas, por cuanto el individuo se reconoce como parte de lo íntegro y se considera obligado para con las exigencias de éste.

La moralidad atraviesa por tres etapas de desarrollo. Su forma originaria, de unidad natural, es la familia; la diferenciación de ésta, la formación de numerosas familias, da vida a la sociedad civil como interacción de individuos independientes; finalmente, la unidad superior, acabada y que reconcilia todas las contradicciones, se da en el Estado.

Hegel fija la situación de la mujer dentro de la familia en el mismo espíritu que Kant y Fichte, La misión de la mujer es desarrollar su vida dentro de la familia. Las mujeres pueden ser cultas, pero las ciencias superiores, como la filosofía, no son para ellas. La diferencia que existe entre la mujer y el hombre es la misma que existe entre los vegetales y" los animales. El Estado se ve expuesto a un peligro cuando las mujeres se encuentran al frente del gobierno.

Hegel se da cuenta de que en la llamada sociedad civil aparecen la desigualdad y la diferenciación de clases, pero estima esta situación absolutamente legítima.

Donde el lujo alcanza en un polo su florecimiento, igualmente grandes son en el otro polo la necesidad y el desamparo. La aparición del proletariado, o, como Hegel lo denomina, "el populacho", facilita la concentración de riquezas desmesuradas en pocas manos. Pero, a su juicio, lo mejor de todo es abandonar a los pobres a su propia suerte y ofrecerles la posibilidad de obtener los medios de subsistencia mediante la mendicidad manifiesta.

Hegel estima que la desigualdad de bienes es completamente natural, por cuanto es consecuencia de la posesión de capital y brota de las diversas peculiaridades corporales y espirituales.

Justificando la división de la sociedad feudal en castas, Hegel afirma que en la sociedad civil en virtud de la diferenciación de las necesidades y la división del trabajo es indispensable la división de la sociedad en agrupaciones y sistemas diferentes unos de ¡os otros, entre los cuales quedan distribuidos los individuos, es decir, en castas. Si la familia es la primera base del Estado, las castas son la segunda.

Dado que el derecho, según él, va enderezado a lo universal, y dentro del sistema de las felicidades es sumamente importante también el bien particular (o sea, el mío personal), este último exige una protección, que es ejercida por la policía y por las corporaciones.

La tarea de la policía radica en oponerse a todos los peligros, a las acciones casuales e imprudentes que infringen el orden y la seguridad sociales, en prevenir las trasgresiones del derecho que se intenten y en descubrir a los culpables de las cometidas, etc... Hegel, además, se siente particularmente intranquilo por el "populacho", o sea, por el proletariado. La gente no se vuelve populacho por la pobreza, sino por un estado de ánimo que se asocia a ésta, es decir, por una indignación interna en contra de los ricos, de la sociedad y del gobierno. Por eso, la tarea de la policía (y más si es previsora) consiste en impedir la rebelión "del populacho". Hegel enuncia con tanta sinceridad la interpretación de las tareas de la policía, que sobra todo comentario para poner al descubierto la esencia de clase de su posición en este problema.

La salvaguardia de los derechos de la sociedad civil se realiza, no sólo por !a policía, que vigila el orden externo, sino también por las corporaciones, o sea, por asociaciones sociales especiales, la pertenencia a las cuales se determina por la actividad y por la facultad para el trabajo. Estas corporaciones garantizan a cada miembro de la sociedad civil la seguridad, el cuidado de él, crean la significación en la sociedad y el honor de casta. Esta teoría relativa a la corporación tiene por objeto, en forma totalmente evidente, dar una fundamentación al régimen de castas de Alemania.

La unidad superior de todos estos elementos la da el Estado. Pero éste no es el resultado sino el fundamento, tanto de la familia como de la sociedad civil; antecede a todo ello, y su base, igual que lo íntegro, precede a sus partes.

Aquí Hegel reproduce la famosa concepción aristotélica sobre el Estado según la cual éste, como un todo íntegro, precede a sus partes. En su trabajo Crítica de la filosofía hegeliana del derecho, Marx pone al descubierto esta desvirtuación de la realidad, que brota del idealismo de Hegel, por cuanto según éste la familia y la sociedad civil han sido creadas por la idea real, y en la realidad son el elemento motriz, convertidas por sí en Estado.

Hegel refuta categóricamente la concepción jurídico-natural con respecto al Estado, que no es, ni mucho menos, a su juicio, una institución de seguros, ni ha sido creado, en absoluto, como garantía que salvaguarde la libertad de la persona y de la propiedad. El Estado no es un medio que sirva a los intereses de las diversas personas. Tal interpretación de la esencia del Estado disminuye, según Hegel, su verdadero valor. El Estado no sirve sino que impera, no es un medio, sino un fin, un fin en si, superior a todos los demás.

"La existencia del Estado es el cortejo de Dios en el mundo. La autoridad del Estado, según afirma Hegel, no depende de un capricho, y tiene un carácter incondicional y divino.

La idea del Estado se realiza dentro del Estado, cuyo régimen Hegel denomina derecho estatal interno; luego, en las relaciones de los Estados entre sí, o sea, en el derecho internacional, al que Hegel entiende como un derecho estatal exterior; finalmente, en la idea universal, como fuerza absoluta que se opone a los Estados aislados y que se manifiesta como espíritu de la historia universal.

En la teoría referente al derecho estatal interno, en lugar de la división de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, Hegel propone otra división: legislativo, judicial y principesco. Este último, según la idea del filósofo, representa la unidad del poder ejecutivo y legislativo. El poder principesco es la cumbre y el comienzo de la monarquía constitucional, en la que Hegel ve una "racionalidad real", un resumen del proceso histórico mundial En el poder principesco se traduce a soberanía del Estado. Como unidad de lo general, lo particular y lo singular, el Estado es una individualidad expresada en el poder principesco, que en última instancia, con su "yo quiero", da la última palabra.

El carácter arbitrario de estos juicios de Hegel es puesto brillantemente al descubierto por Marx en su crítica de la filosofía hegeliana del derecho, en la que revela la confusión y la contradicción en el concepto de la soberanía, que, según Hegel, es dividida entre el pueblo y el monarca.
El poder legislativo, a juicio de Hegel, debe traducir, no los intereses del pueblo, que no sabe lo que quiere, sino los de las castas. Hegel es partidario de una representación de castas. La finalidad de la Constitución debe ser un régimen público racional. La institución legislativa debe representar a las castas y no al pueblo, y estar integrada por dos cámaras. La primera sirve de eslabón intermedio entre el poder ejecutivo y la sociedad civil En ella está representada la llamada "casta sustancial de la moralidad natural", o sea, la nobleza, cuyo patrimonio se compone de bienes inalienables.

La vocación de los nobles es el conservadurismo, por cuanto están facultados a servir de apoyo del trono y de la "sociedad". La segunda cámara está Integrada por "la parte móvil de la sociedad civil", o sea, de las castas de los artesanos, de los comerciantes, de los fabricantes, etc. De estos círculos salen los diputados, que son elegidos en virtud de la confianza de la sociedad.

El poder ejecutivo es ejercido por el monarca y les funcionarios. Los miembros del gobierno y los funcionarios forman la parte principal de la casta media.

Así, pues, la teoría hegeliana sobre el Estado representa la defensa del sistema público prusiano, con algún perfeccionamiento del sistema medieval de representación de castas, que en Alemania quedó formalizado en el Reichstag y en los Londtog locales. Hegel da una preferencia evidente a la casta de los junkers y a la burocracia y exige la institución de un mayorazgo para la nobleza a fin de conservar su peso específico. Esta tesis de Hegel se halla en contradicción con su teoría acerca del derecho ilimitado de la propiedad privada.

Un carácter no menos reaccionario tiene su teoría referente al derecho internacional. Los Estados entran en relaciones mutuas, amistosas u hostiles En estas últimas, el Estado que está expuesto » un peligro debe declarar la guerra. La guerra defensiva puede convertirse en agresiva.

Hegel habla patéticamente de la gran fuerza curativa de la guerra. Ve en ella también un medio para la lucha contra la revolución, ya que las naciones en cuyo seno existen "antagonismos irreconciliables", encuentran "la tranquilidad interna gracias a las guerras en el exterior". Hegel somete a crítica la idea kantiana de la paz perpetua, así como la posibilidad de su realización en una federación de Estados.

En las relaciones mutuas entre los Estados, dice Hegel, éstos proceden como "particulares", realizando los principios del espíritu de los pueblo. En la lucha entre los pueblos interviene el "espíritu mundial", que ejerce su propio derecho. Pero este espíritu mundial, de por si y por la historia mundial, no es solamente un tribunal, sino el necesario desarrollo de los elementos de la razón y, por consiguiente, también de los elementos de la conciencia propia del espíritu y de su libertad. La historia mundial es el progreso de la conciencia de la libertad.

En la filosofía de la historia de Hegel se revelan su nacionalismo y su admiración por el sistema estatal prusiano.
Al afirmar que la historia mundial es el progreso de la conciencia de la libertad, Hegel trata de dar cabida a toda la historia mundial en esquemas arbitrarios por él Inventados.

La historia universal se dirige del Este al Oeste. "La historia universal es la disciplinización de la desenfrenada voluntad natural y su elevación al grado de la universalidad y de la libertad subjetiva." El Este sabe que un solo hombre es libre, el mundo griego y romano sabe que algunos son libres, y el mundo germánico sabe que todos son libres. De conformidad con ello, la primera forma estatal del mundo es el despotismo, la segunda la aristocracia o la democracia, la tercera, la monarquía.

Este esquema del proceso histórico no sólo es arbitrario, sino que constituye una grosera falsificación de la historia.

Él propio Hegel reconoce que la esclavitud no quedó suprimida inmediatamente después de la adopción del cristianismo, y desconoce totalmente el derecho de servidumbre; bajo el feudalismo y la esclavitud asalariada bajo el capitalismo, o sea, hechos que en modo alguno se avienen bien con la libertad universal en el llamado mundo germánico.

La reducción de toda la historia moderna a la de los pueblos germánicos constituye un testimonio del nacionalismo de HegeL En su filosofía de la historia manifiesta una actitud arrogante ante loa pueblos "inferiores", lo cual destaca la orientación reaccionaria de sus concepciones.

Habla con desdén de los eslavos. Aun cuando en su filosofía de la historia habla de la revolución francesa como de un esplendoroso amanecer, como de una época que festejaban todos los seres pensantes, esto, sin embargo, no nos debe hacer incurrir en un error, ya que en el mismo trabajo afirma que las ideas de la revolución han fracasado, y en primer lugar en Francia. Hegel exalta el régimen que se había formado en Alemania y considera necesario conservar la monarquía, afirmando que no es siquiera esencial el que el monarca sea noble o no, ya que el vigor de este Estado radica en su racionalidad



CONCLUSIÓN

Después de realizar la investigación sobre La filosofía de Jorge Guillermo Federico Hegel Hay que tener muy en cuenta que:

Hegel no intenta justificar ninguna forma política concreta. Lo único que intenta justificar es la racionalidad del Estado. El que algunos grupos políticos hayan querido justificar su propia doctrina (totalitarismo) apoyándose en Hegel es otra cuestión.

La interpretación que hace Hegel del Estado hay que situarla dentro de una época determinada y tal vez no valga para otra época.



BIBLIOGRAFÍA


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Pokroski VS. Y otros. Historia de las Ideas Políticas. Editorial Grijalbo. México, 1986.

Barnes y Becher. Historia del Pensamiento Social. Editorial Fondo de la cultura Económica.

Diccionario Jurídico. Editorial Espasa.